A pesar de que mantuvo su independencia, Akzo debe cumplir con las promesas que hizo para apaciguar a los accionistas, que están descontentos después de que la empresa se negó a entrar en conversaciones con PPG, con sede en Pittsburgh.
Tras conocerse en marzo el interés de PPG, Akzo estableció metas de rendimiento más altas, prometió 1.600 millones de euros en dividendos adicionales y dio a conocer planes para vender o sacar a bolsa una filial de productos químicos que representa un tercio de las ventas y ganancias de la compañía.
Las acciones de Akzo Nobel cayeron un 1.2 por ciento a 73.63 euros después del anuncio de PPG, muy por debajo de la cifra cercana a los 95 euros por acción de la propuesta final de PPG en efectivo y acciones realizada en abril.
"Creemos que lo mejor para PPG y sus accionistas es retirar nuestra propuesta a AkzoNobel en este momento", dijo el presidente ejecutivo de PPG, Michael McGarry, en un comunicado, lo que significa que la empresa estadounidense ahora no puede volver a realizar una oferta a Akzo durante un período de seis meses.
Entre los argumentos dados en contra de la oferta de PPG, Akzo dijo que la operación sería negativa para los empleados y que un potencial acuerdo enfrentaría problemas antimonopolio.
Cuando el interés de PPG se hizo conocido una semana antes de las elecciones nacionales en Holanda el 15 de marzo, el ministro de Asuntos Económicos, Henk Kamp, calificó la oferta para adquirir Akzo Nobel como un tema que "no es de interés nacional".
Por su parte, el presidente ejecutivo de Akzo, Ton Büchner, dijo en entrevistas que las multinacionales holandesas eran parte de la infraestructura vital del país, ya que representan un gran gasto en investigación y desarrollo.
Desde entonces, el gabinete propuso una ley que daría a las compañías holandesas que cotizan en bolsa un período de un año en el cual los gerentes pueden negarse a entablar conversaciones con un potencial comprador extranjero, sin necesidad de justificarse ante los accionistas.
Fuente: economiahoy.mx